¿CÓMO SABER SI LOS NIÑOS/AS TIENEN CELOS?
En la primera infancia el desarrollo afectivo es de vital importancia, ya que, este se inicia en la familia pero en ocasiones puede verse afectado.
La causa principal de los celos está asociada a la llegada de un nuevo hermano/a pero también puede haber otras causas como que la madre o padre inicien una nueva relación, que la madre regrese al mundo laboral después de haber estado una larga temporada sin trabajar…
Con la llegada de un bebé, el niño/a se siente como un “príncipe destronado” y cree que para volver a recuperar la atención de sus padres debe comportarse como su hermano menor.
Cuando un niño/a está celoso, sufre y está angustiado, y hay que prestarle la atención que se merece. Debemos ser más pacientes y flexibles, ya que, lo más probable es que sufra una regresión de conducta o del habla. Esto significa que el niño/a volverá a estadios anteriores que ya tenía superados como por ejemplo orinarse encima cuando ya controlaba esfínteres o pedir dormir con los padres cuando ya dormía solo en su habitación. También puede haber cambios en su alimentación o sueño y tener rabietas.
Algunos consejos para sobrellevar esta especial situación son: preparar la llegada del nuevo hermano/a con anterioridad y hacer partícipe al hermano/a mayor de ello, contar cuentos sobre el tema y los más importante no compararles y no utilizar la llegada del nuevo miembro para cambiarle de habitación, retirarle el chupete, cuna y demás objetos para “dárselos al bebé”. Si el niño/a va a la escuela infantil, es conveniente que esté informada y así podrá colaborar en este proceso preparando también la llegada del nuevo hermano/a.
Sandra Davo Pinilla