LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS COMO RECURSO DIDÁCTICO

La tradicional clase “magistral” ha dado paso a métodos que exigen una mayor participación del alumnado. Las TICs han facilitado esta participación.

El proceso enseñanza-aprendizaje ha ido evolucionando y adaptándose a las exigencias sociales. La tradicional clase “magistral” ha dado paso a métodos que exigen una mayor participación del alumnado.

Las TICs (tecnologías de información y comunicación) han facilitado esta participación y han ayudado a adaptar el método de enseñanza a las características y singularidades del alumnado.

La etapa infantil se caracteriza por el desarrollo cognitivo y motor de los niños y niñas de 0 a 6 años. Cada niño y niña seguirá su propio ritmo y el entorno (familia, escuela y grupo de iguales) favorece en gran medida ese desarrollo.

En esta etapa los niños y niñas no son ajenos a las nuevas tecnologías y dependerá del uso que se haga de ellas en el aula y el ámbito familiar el que se conviertan en herramientas de apoyo al proceso de aprendizaje o meramente lúdicas.

El uso de ordenadores, cámaras de fotos y video, proyector, etc. contribuye a un aprendizaje individualizado y adaptado a las necesidades del alumnado.

¿Cómo nos ayudan las TICs a trabajar las alteraciones en el aula?:

Facilitan la accesibilidad, mejoran y posibilitan la comunicación y el lenguaje, permiten la atención y adaptación individualizada.

• Niños y niñas con alteraciones sensoriales: imágenes con subtítulos, posibilidad de aumentar o disminuir el volumen de los sonidos, personalizar el escritorio (colores, tipo y tamaño de letra, tamaño de los objetos, nitidez en los colores, etc.)

• Niños y niñas con alteraciones motoras: utilización del puntero con la cabeza o la boca, etc.

• Niños y niñas con trastornos cognitivos: software específico que potencie la memoria, el lenguaje, la atención, etc.

La correcta utilización de las nuevas tecnologías como recurso didáctico en el aula supone, que tanto el personal docente/educador como la escuela infantil estén altamente implicados, pues es necesaria una formación específica que deben adquirir previamente y una formación continua para adaptarse a los continuos cambios.